Geoinformática, geotecnologías, TIGs, geoinformación, Sistemas de Información Geográfica…todas ellas son palabras comúnmente utilizadas en el sector GEO que hacen referencia a una serie de conceptos clave. Pero, ¿qué diferencias existen? ¿A qué hacen referencia exactamente y qué comprenden? ¿Qué papel juega cada una de ellas y qué tendencias están experimentando?
El origen de todas se fundamenta en una ciencia: la informática o también denominada ciencia de la computación. La informática es la ciencia que se encarga de desarrollar los fundamentos teóricos, los métodos, las técnicas y los estándares orientados a la gestión, la captura, el almacenamiento, la transmisión y el análisis o procesamiento de información digital.
El tratamiento de la información geográfica digital es el objeto de estudio de la Geoinformática y se fundamenta, por lo tanto, en los avances y en las tecnologías desarrolladas desde dicha ciencia por el hecho de tratarse de un tipo concreto de dato, en este caso, dotado de una localización concreta.
Geoinformática y geotecnologías
Cuando se trata de información con una componente espacial, comúnmente tiende a hablarse de geoinformática o geomática, en tanto que se ocupa de los mismos procesos que la informática aunque aplicados a la geoinformación. En este caso, los procesos están orientados hacia el tratamiento de este tipo de datos y es el conjunto de geotecnologías lo que posibilita su materialización.
Dentro de geotecnologías podríamos englobar todas aquellas soluciones de ingeniería y software capaces de permitir la recolección, almacenamiento, procesado, análisis y presentación de la información geográfica.
En este sentido podríamos incluir:
- Los dispositivos para obtención de múltiples tipos de datos como fuente primaria: imágenes satelitales, Radar y LiDAR, GPS, cámaras térmicas, sensores para drones, sensores para Smart City…
- El software dedicado al almacenamiento, el geoprocesamiento y el análisis de estos datos: Bases de Datos Espaciales y sistemas gestores asociados, Sistemas de Información Geográfica (GIS) de escritorio, software ETL (Extract, Transform, Load), así como otras plataformas, tecnologías y ambientes de análisis y procesado de datos como R o Python y sus distintas librerías, entre otros. Su objetivo último (aunque no el único) es la transformación de los datos en información.
- El amplio conjunto de soluciones para la visualización de la información obtenida en distintos formatos y soportes: gráficos, cartográficos, analógicos, digitales, interactivos, dinámicos, estáticos, en la web… El objetivo último es la transmisión de esta información a terceros, la toma de decisiones y la compartición efectiva.
El poder de los datos
Hoy más que nunca, la información de cualquier tipo (y por supuesto también la de carácter espacial) es de extrema relevancia para cualquier empresa sea cual sea su sector. Empresas de retail, de telecomunicaciones, energéticas, empresas del sector inmobiliario, dedicadas a la movilidad y la logística, a la seguridad, administraciones y empresas públicas e incluso empresas del sector agrícola y forestal…
No sin razón los datos han sido apodados muchas veces como el oro del siglo XXI. Los datos son información, la información es conocimiento y el conocimiento permite tomar decisiones estratégicas orientas, entre otras, a dirigir correctamente los esfuerzos y recursos hacia un objetivo o línea de actuación concreta, a obtener una ventaja competitiva, a reducir los efectos negativos de un evento, etcétera.
Los datos con componente espacial por sí solos no ofrecen ningún tipo de valor. Sin embargo, una vez almacenados, tratados, analizados y presentados de forma correcta permiten generar información de valor que respalde dichas decisiones estratégicas.
Esta información permite evaluar situaciones y tomar decisiones a empresas, instituciones o grupos de investigación entre otros para dirigir correctamente sus acciones. Es el valor de las TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación), entre las cuales figuran las TIG (Tecnologías de la Información Geográfica) centradas en la información de carácter espacial.
¿Qué papel juegan los GIS de escritorio?
La centralidad de los Sistemas de Información Geográfica en el sector de la información geoespacial sigue siendo rotunda. No obstante, existe una cierta tendencia a la diseminación de esta centralidad debido a la aparición de nuevas tecnologías que implican requerimientos distintos y más avanzados en cuanto a agilidad, versatilidad o capacidad de procesado y almacenamiento de datos.
La aparición del Big Data y las elevadas necesidades de procesado que comporta, así como la posibilidad de capturar, almacenar y visualizar información geográfica en tiempo real ponen a los GIS contra las cuerdas.
El principal motivo es la limitación de hardware que presentan los GIS de escritorio clásicos y las Bases de Datos Espaciales con las que se integran, incapaces de dar respuesta a dichos volúmenes y tipologías de datos y menos aún de procesarlos.
Otro punto esencial es la interoperabilidad y la capacidad de compartición de los datos almacenados, ambas cualidades comprometidas en un Sistema de Información Geográfica de escritorio frente a soluciones basadas en Internet.
Por ello, la tendencia se dirige a la utilización de distintos servicios en la nube (Cloud Services) en los cuales el almacenad, procesado y visualización de información geográfica también tiene cabida. Es decir, se trata de llevar los GIS a la nube mediante las denominados soluciones IaaS, Paas y Saas adaptadas a la información geográfica.
La irrupción de nuevas tecnologías geoespaciales
Por otro lado, es ineludible valorar el desarrollo de la Inteligencia Artificial, la Minería de Datos o el Aprendizaje Autónomo, tecnologías cada vez más expandidas, aunque incipientes en el sector geo.
Estas tecnologías ofrecen soluciones avanzadas al análisis de la información geográfica, la clasificación de imágenes de satélite, el desarrollo de algoritmos basados en datos de entrenamiento o la detección de patrones espaciales entre grandes conjuntos de datos.
Un buen ejemplo de ello es el desarrollo del algoritmo “Arturo” aplicado a la ciudad de Madrid mediante el cual se pretende obtener información acerca de la habitabilidad urbana gracias a la colaboración ciudadana.
En cuanto al tratamiento de imágenes de satélite encontramos la línea que sigue la empresa SpaceKnow, desarrolladora de software especializado en la detección de elementos y objetos automáticamente a partir de imágenes de satélite mediante Inteligencia Artificial.
En la misma línea encontramos iniciativas como la de la empresa Airbus, que trata de desarrollar software capaz de identificar, localizar y monitorizar buques de carga y otras naves en los océanos mediante algoritmos.
También Google tiene su propia iniciativa denominada “Planet” que trata de geolocalizar fotografías por todo el planeta a partir de los elementos presentes y detectados en las propias imágenes.